miércoles, 27 de febrero de 2013

Madurez y Consciencia Emocional: el Arte de Vivir y crear tu realidad



Sentirnos más libres, más contentos y realizados en nuestras vidas y con lo que somos es algo que todos anhelamos y a todas las edades. Desde que somos pequeños tenemos un instinto por buscar la felicidad, el bienestar, la sensación de libertad y de plenitud. Cuando no encontramos estos elementos en nuestras vidas nos sentimos frustrados, poco libres y realizados, y entonces la vida parece carecer de sentido.
La madurez emocional consiste en aprender a vivir la vida con un entendimiento de nuestras emociones. Cuando no entendemos o sabemos qué hacer con lo que sentimos, podemos empezar a confundirnos, a no saber cómo exactamente actuar ni hacia dónde dirigir nuestras reacciones.

No saber qué hacer con el enojo, el miedo, la desesperación, la depresión, etc., provoca rechazo, evasión o negación del sentimiento, lo cual va empobreciendo y desnutriendo nuestras vidas. Cuando nos enojamos, por ejemplo, muchas veces no sabemos si soltarle un grito al de enfrente o guardarnos lo que sentimos. Así mismo, negamos o contenemos muchas veces el miedo, o nuestros sentimientos de tristeza, guardamos pequeñas ofensas, nos confundimos porque no sabemos exactamente cómo actuar y esto nos hace sentirnos atados, apegados y dependientes de ciertas circunstancias.

El comienzo de una madurez emocional
Uno de los primeros pasos para madurar y dulcificar nuestro mundo emocional es entender que nosotros somos responsables de todo lo que sentimos. En realidad, nadie nos puede hacer sentir felices si nosotros, en el fondo no lo estamos. Quizá haya personas con las que nos sintamos a gusto o nos den cierta felicidad, pero esta siempre será pasajera si en el fondo no hemos descubierto como sentirnos a gusto con nosotros mismos. Si no hemos encontrado la felicidad en nosotros, entonces la buscaremos en los demás, estaremos a la expectativa de que los demás cumplan con nuestros ideales de conducta, y dependeremos de lo que digan, piensen y actúen los demás para sentirnos bien.

Asi pues, el hacerse responsable de lo que sentimos implica un cambio en la forma de ver la felicidad: si esperamos que alguien nos de ya sea atención, comprensión, admiración, tiempo, etc., entonces nunca seremos felices y nos enfadaremos a menudo con las cosas que no cumplan con lo que nosotros esperamos, y sentiremos dolor cuando las personas o experiencias que amamos se alejen o desaparezcan de nuestras vidas.

Refinando el enojo
Para volver nuestra energía emocional del enojo en algo más sutil, habría que empezar por aprender más de las personas con las que convivimos en lugar de intentar siempre estarlas educando o diciéndoles lo que tienen que hacer o como deben de comportarse. El enojo sucede cuando intentamos cambiar a alguien mas en lugar de empezar a cambiar nosotros mismos.

Para practicar, puedes empezar observando todas aquellas cosas que te enfadan, observa que te enoja e irrita y luego mira como cada vez que esperas algo de alguien, te enojas. ¿Y sabes por qué te enojas? Porque necesitas que esa persona venga y te haga feliz, y cumpla con tus expectativas. Porque si tú ya fueras feliz, no tendrías que esperar nada de nadie y simplemente los aceptarías como son, y compartirías tu felicidad. Además, si fueras feliz, no atraerías a tu vida personas tan insoportables como esas que hay por ahí. Atraes justamente a tu vida lo que es equivalente a ti. Así que empieza por cambiar tu, deja de arreglar la vida de todos y de usar tu energía para componer el mundo y las cosas que están “mal”. Empieza por cambiar tu mundo y aprende a observarte mejor, reconoce tus debilidades y usa tus habilidades creadores para darte todas esas cosas que sueñas.

Una persona madura emocional es aquella que:
Tiene el control de su energia y sabe dominar sus reacciones.
Entiende como funciona su mente y no se siente culpable ni victima de las circunstancias, sino creadora de lo que hay en su vida, y se siente capaz de transformar lo que no le gusta.
Reconoce sin sentrise agraviada sus debilidades.
No se conflictua ni reacciona agresivamente ante la critica pues sabe de si misma.
No se cree todas las adulaciones pues esta consciente de lo que es y sabe que debe transformar y fortalecer.
Se enoja pero reconoce que el enojo es cosa suyo, y es ella quien depe transformarlo.
Reconoce sus miedos y preocupaciones, y se empeña por creer cada dia mas en si misma.
Se despierta cada dia contenta, a sabiendas que el dia no esta creado aun y que empieza a construirse mediante las actutides que vayamos teniendo durante su transcurso.
Se duerme placidamente y confia en la grandeza que hay dentro de si misma, y en el universo.

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